17.9.04

L _ _ _

Desertia, 41 de enero de 0001


¿Te acordás? La manzana sur era territorio enemigo. Esa era la premisa que guiaba la vida de la tropa.

¿Te acordás de la tropa?

La tropa:
1) Ernesto: comandante más por portación de nombre que por mérito futbolístico o geológico.

Así era en el barrio: jugabas bien al fútbol, tenías puntería tirando piedras con la honda, o eras tocayo del Che o de Perón (no había distinciones cuando se trataba de ser el mejor)

Ernesto (hoy, después de nuestros 30, le decimos "Ernestito") se ganaba el puesto siendo tocayo. Y sólo porque no encontramos en todo el lado norte del B° Jardín a uno al que le dijeran "Pocho".

2) Guillermo: el verdadero conductor.

Sin títulos el tipo te manejaba (de la misma manera an in de séim güey) los partidos y las piñas. Si su palabra era "hoy les rompemos el orto", la impronta prevalecía hasta el final. Y ojo, que podía ser que perdiéramos 37 a 0 en el campito por pajeros, pero en el desquite a las trompadas se entregaba hasta la última-gota-de-sangre.

A veces decía que jugábamos "por el hecho". Eso significaba que los locos "denfrente" eran buenos y respetables, sin trompadas tras la derrota deportiva.

Pensamiento colateral y simultáneo: esto es lo que se llama HONOR.

Pensamiento colateral y simultáneo 2: HONOR así en mayúsculas parece una marca de cocinas.

3) Exel S.: el hijo del mecánico. Le pusieron ese nombre por un modelo que la fábrica Ford sacó al mercado por los 60´s. Un auto fabuloso. Un pibe que hoy tiene bigotes y es pelado.

4) Adrián G.: con su apellido de yogurt nos asombraba a todos por asombroso (¿dónde estarás, Adriancito?)

Pensamiento colateral y simultáneo 3: ¿dónde estarás, Adriancito?

5) La Teresa: que en realidad se llama Ana Esther, pero que como a su hermano Miguel no le gustaba cómo sonaba, fue rebautizada con el nombre de la Madre de Calcuta.

Pensamiento colateral y simultáneo 4: La última vez que supe de La Teresa estaba viviendo en Ing. Jacobacci con Fabián.

6) Yo.

7) Vos: que no jugabas como la mona sino como el culo de la misma, pero que cuando arreciaba la leña sabías meter más carácter que ninguno de nosotros.

Y eras "La Machona", "La Varonera", "La Marimacho". Y eras la que estaba oculta en las rayitas del "Guáter y L _ _ _"